Regreso de la Hermandad del Rocío a nuestro pueblo.

La Hermandad del Rocío de Los Palacios y Villafranca vivió ayer la última jornada de su peregrinación 2019. Una jornada muy intensa que contempla el sesteo en el Parque Periurbano de la Corchuela, punto desde donde se retoma el camino de vuelta hasta llegar a nuestro pueblo. Este último tramo se vive con ilusión y a la vez con nostalgia ya que supone el culmen a la Romería en honor a la Blanca Paloma. Conforme avanza el cortejo rociero por la carretera de El Monte, va creciendo el ambiente y el número de vecinos y vecinas de Los Palacios que se unen al mismo para realizar al menos el último tramo de este camino 2019. Entre los presentes se encontraban también miembros del Consejo Local de Hermandades y Cofradías así como los delegados municipales en funciones de Recursos Humanos, Rocío Lay, y de Urbanismo, José Manuel Triguero. Y es que nuestro pueblo, al igual que ocurre con la ida, se vuelca también con la hermandad palaciega arropándola en su regreso de forma masiva. La vuelta de los rocieros se convierte así en una jornada festiva con un recorrido que les lleva a visitar varios templos antes de llegar a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús. La primera parada tiene lugar en la Capilla de San Sebastián donde son recibidos por miembros de la junta de gobierno de la Hermandad de la Vera Cruz. Los mismo ocurre en la Capilla de Nuestra Señora de la Aurora donde les esperan los miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad del Gran Poder para darles la bienvenida a nuestro pueblo. Otra parada se realiza en la Parroquia Mayor de Santa María la Blanca donde son recibidos por el cura en el interior del templo. Sobre las 11 de la noche, la carreta de plata alcanzaba el porche del Sagrado Corazón de Jesús arropada por multitud de fieles y devotos. Allí, el párroco y director espiritual de la Hermandad del Rocío, Luis Merello, les daba la bienvenida a su casa mientras que el hermano mayor, Federico Maestre, agradecía a todos su apoyo y participación en esta Romería 2019. A modo de despedida del simpecado rociero, todos los presentes entonaron la salve para posteriormente proceder a besar los borlones soñando ya con un nuevo camino.