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Camino de Ida

La Real e Ilustre Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Los Palacios y Villafranca parte hacia la aldea almonteña de El Rocío en la mañana del Miércoles anterior a Pentecostés, justo después de la celebración de la tradicional Misa de Romeros, fijada a las 8.00 h., en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, residencia Canónica de nuestra Corporación religiosa y la cual preside, nuestro Director Espiritual y párroco del citado templo, el Rvdo. Sr. D. Luís Javier Merello Govantes.

El itinerario que sigue en su salida, el cual se inicia en torno a las 9.00 h., comienza por la calle Bartolomé Esteban Murillo y continúa por la Avenida de Utrera y las calles Blas Infante, Joaquín Romero Murube, Real de Villafranca, San Sebastián y Avenida de Leonardo da Vinci. Son muchas las personas que se congregan a lo largo de este recorrido para despedir al Simpecado de Los Palacios, dando lugar a una mañana de alegría y fiesta en la localidad.

La despedida de las Hermandades tiene lugar en la Capilla de San Sebastián, donde nos recibe el Hermano Mayor y Junta de Gobierno de Vera-Cruz, realizando el pertinente rezo antes sus Sagrados Titulares y una ofrenda floral. Aunque la despedida de nuestra localidad se viene realizando desde hace varios años a los pies de la escultura que preside la denominada Rotonda a los Romeros, con la que el Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca ha querido rendir homenaje a los miles de romeros, tanto del Rocío como de San Isidro, que cada año participan en dichas peregrinaciones.

El día de la salida se viven momentos de especial emotividad, como la despedida que le tributan a las puertas de la Casa de la Cultura los alumnos del Colegio Palenque de la localidad al interpretar a flauta la Salve Rociera o el paso por la Capilla de San Sebastián donde a sus puertas son ya tradicionales las sevillanas que interpreta un grupo de hermanos rocieros.

Una vez que cruzamos el puente sobre la Autopista AP-4, nos adentramos en la Carretera de El Monte, comenzando el Camino hacia la aldea almonteña de El Rocío. Nos dirigimos hasta el recinto ferial de La Puebla del Río, lugar de pernoctación de este primer día. Para llegar hasta allí deberemos de pasar por las puertas del C.I.F.A. de Los Palacios, conocido popularmente en nuestra localidad por la Escuela de Capataces. Luego llegará el paso por el poblado de Adriano, donde como cada año nos esperan sus vecinos para despedir a nuestro Simpecado.

La tercera de las paradas para tomar un breve respiro será a las puertas de la Hacienda San Juan del Hornillo. Llegados a este punto el sol de la mañana está en lo más alto de nuestro cielo, alumbrando a la Carreta de Plata que brilla hasta el deslumbre, portando al Simpecado. La Carretera de El Monte está cosida sobre inmensos campos de siembra y olivares interminables a la vista en esta hermanosa mañana y en la horación del Santo Ángelus.

Nos dirigimos rumbo a la Dehesa de Coria del Río. Antes de llegar a esta localidad debe de atravesar el Guadalquivir, lo que hace en una gran barcaza en torno a las 17:30 horas . Se trata de uno de los momentos más esperados por los rocieros palaciegos, que se aglutinan en la orilla con la intención de poder pasar al otro lado junto con el Simpecado y cantarle la Salve y bailar alguna sevillana.

Una vez en la orilla de Coria, el boyero demuestra su gran maestría y sube la carreta salvando la empinada cuesta de salida de la barca. Tras esto, la Hermandad de Los Palacios se adentra en el pueblo y hace presentación ante las plantas de la patrona de Coria, la Virgen de la Estrella finalizando la primera jornada en la "Zona El Bajo"  en la localidad hermana de Coria del Río, un paraje junto al Río Gudalquivir.
 

Desde la Zona el Bajo  se inicia el segundo día de camino muy temprano. Se hace sobre las 7.00 h con destino Dehesa Baja ,más conocida como Colina. Para llegar hasta este lugar, atravesamos las tablas de arroz de La Puebla del Río, protagonizando una de las estampas más carácterísticas del Camino de Los Palacios. El Simpecado se refleja sobre las aguas de los arrozales y la brisa de la tarde nos regala sónidos únicos e irrepetibles que se mezclan con el tintineo de las capanillas de la Carreta.

 

Se trata de una de las jornadas más vibrantes y esperadas por los rocieros de Los Palacios y Villafranca, por todo lo que se vive en la misma. En primer lugar el paso por el Vado del Quema, a donde se llega en torno a las 14.30 h. Aquí se le reza la Salve a la Virgen por dos veces. Una a las plantas del monumento que en su honor erigió el pueblo de Aznalcázar y otra cuando la Carreta se adentra en el Vado y se situa en el centro del mismo. No podemos olvidar que en las aguas del Quema se bautizan cada año a los nuevos rocieros que realizan por primera vez el Camino.

Posteriormente llegará la entrada en Villamanrrique de la Condesa y la presentación en la Parroquia de Santa María Magdalena, ante la Hermandad filial número 1, con la que mantenemos unos estrechos lazos de unión desde hace décadas. Cada año, la plazoleta de esta parroquia se queda pequeña para acoger a centenares de rocieros, no sólo de nuestra localidad sino de otros muchos puntos, que quieren vivir en primera persona como los bueyes que tiran de la carreta que porta nuestro Simpecado son capaces de subir las escaleras de acceso a este templo hasta en dos ocasiones, cosa que ninguna otra Hermandad rociera realiza.

Cientos de manos de rocieros palaciegos se aferran a la Carreta para aliviar de su peso a los bueyes mientras se le reza la Salve. Del interior del templo parroquial saldrán vivas y vítores entonados por alguna voz villamanrriqueña y dirigidos hacía ambas Corporaciones. Son momentos en los que las sevillanas más emotivas salén de lo más profundo del corazón de algún que otro rociero que, entre lágrimas y balbuceos consigue acarbarlas de cantar. Después de esta intensa jornada, la pernoctación se realiza en los terrenos que Nuestra Hermandad adquirió y que popularmente son conocidos como "La Finca la Mata".


La tercera jornada de camino se inicia teniendo en la mente el cruzar la Raya Real, sin duda alguna, uno de los puntos más conocidos, más cantados y más simbólicos de todos los que nos acercan hasta las plantas de la Blanca Paloma. Pero para llegar a este camino se cruza previamente por el denominado Cancelín.

 

Ya dentro de la Raya Real, pasamos por Pozo Máquina y por el Palacio del Rey, antiguas paradas de pernoctación de la Hermandad de Los Palacios, para llegar al Puente del Ajolí y acceder a la aldea de El Rocío en torno a las 15.30 h. aproximadamente. Se trata de una jornada muy dura tanto para peregrinos como para animales, tanto con sol como con agua, pero merece la pena pues al final está siempre el encuentro con la Blanca Paloma.

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