Hoy nos hemos levantado un poco más tarde porque estábamos algo cansados tras nuestra excursión al Coto de Doñana y a la piscina de la Aldea.
Tras un buen desayuno para cargar las pilas, nos montamos en el autobús con destino a la playa de Mazagón. Desde bien temprano, disfrutamos del mar y la arena. Jugando, saltando olas y construyendo castillos de arena.
Como no podía ser de otra manera, nuestro almuerzo consistió en un bocadillo y, cómo no, fruta fresquita para sofocar el calor.
A media tarde, paramos para merendar y ponernos más protección.
A las 19 de la tarde cogimos el autobús que nos llevaba de vuelta a casa y nos quitamos toda la arena que traíamos de la playa.
Nos sentamos a charlar un rato y, algunas niñas, nos deleitaron con sus canciones y bailes. Algunos preparados y, otros, espontáneos.
Lo que no sabían es que el día de hoy nos traería otra sorpresa y es que, íbamos a cenar pizza que nos trajeron recién hecha.
Tras una pequeña reflexión porque todos estábamos muy cansados, nos acostamos.